Ruta de las villas






A finales del XIX y principios del XX, un selecto grupo de familias castellonenses y valencianas construyen en esta virginal bahía lo que se conoce como el “Biarritz valenciano”, un conjunto de villas de gran diversidad y riqueza arquitectónicas.
Hoy en día, la famosa Ruta de las Villas se divide en dos itinerarios, según la corriente artística predominante en el momento de construcción y el carácter de los residentes originarios.
Así pues, la ruta del “Infierno” debe su nombre a las escandalosas fiestas que se celebraban en las villas de esa zona, mientras que la ruta de la “Corte Celestial” se distinguía por la tranquilidad de sus calles. Ambas zonas quedan separadas por los jardines de Comín, conocidos popularmente como “el Limbo”.
Con todo, se registran 51 villas catalogadas, de las cuales 19 están señalizadas. Además, cuatro construcciones poseen un nivel de protección integral.