Alcoy - Ruta de Alcoy -

Casas modernistas

Las alquerías de la zona son ocupadas por los cristianos hacia 1245. En 1256 obtiene su carta puebla, organizando la urbe en el actual emplazamiento.

Poblada la zona desde el Paleolítico Medio, no fue, sin embargo hasta la conquista cristiana cuando Alcoy adquirió importancia. Durante la época musulmana el lugar estaba poblado por alquerías ubicadas de forma dispersa, con el poblado del Castellar como punto central de la actividad. Hacia 1245 la zona es ocupada por los cristianos. En las revueltas de Al Azraq de 1247, los habitantes del Castellar secundaron la rebelión y el lugar fue destruido por las fuerzas de Jaume I.

En 1256 Alcoy obtiene la carta puebla firmada por el lugarteniente de Jaume I, Ximén Pérez de Arenós, y organiza la urbe en un nuevo emplazamiento, con pobladores catalanes y aragoneses. La ciudad permanece en poder de la corona hasta 1291, fecha en la que Jaume II la traspasa a Roger de Lauria. Hasta 1447, año en el que es incorporada de nuevo al patrimonio real, el lugar tuvo distintos señores.

La crónica de Jaume I

"Resolvimos por tanto enviar cuarenta hombres de a caballo para que defendiesen la villa de Alcoy, y guarnecer asimismo el castillo de Cocentaina, por donde debían forzosamente pasar aquellos jinetes que habían entrado; con cuyas medidas conseguimos, que habiendo atacado la villa de Alcoy doscientos cincuenta de dichos caballeros, les causaron los nuestros grave daño, haciéndoles perder su caudillo, llamado Alazarch, el mismo que en otro tiempo se había alzado ya contra Nos con algunos castillos del reino, y que se vio obligado a desampararlos, abandonando toda su tierra para no volver más a ella. Sin embargo, después de haber obtenidolos de Alcoy tan señalada ventaja, quisieron, sin ningún acuerdo entre si, salir de la plaza para dar alcance a los caballos enemigos: pero estos les armaron una emboscada, en la cual cayeron la mayor parte de los cristianos, muertos o prisioneros.
Cuando los moros del país tuvieron noticia del descalabro que acababan de sufrir los nuestros, por consejo y con la ayuda de aquellos caballeros que les habían llegado de refuerzo, se atrevieron ya a embestir algunos de nuestros castillos que Nos no habíamos tenido cuidado de guarnecer debidamente, por no tener la menor sospecha de que intentasen sublevarse de aquel modo contra su señor natural; y con su esfuerzo lograron apoderarse de gran parte de ellos".
(Crónica, cap. 556)

Descripciones históricas

"Alcoy está situada en un embudo entre colinas y construida sobre una lengua de tierra enmarcada por dos arroyos. El lado del nordeste es pintoresco, ya que las casas cuelgan sobre barrancos y huertas plantadas en terrazas. La ciudad tiene casi veinte mil almas y es activa y comercial. Está llena de manufacturas de papel y tela basta de lana. Aquí se hace el papel de hilo, o sea, el libro que constituye la biblioteca entera en semiduodécimo de nueve décimas partes de los españoles, y con el que hacen sus papelitos, que son unos puritos económicos de papel. Las peladillas de Alcoy, o sea, confites hechos con almendras, son excelentes".

(Richard Ford, Manual para viajeros: Murcia, Valencia y Cataluña, 1844)