Ojiva de la iglesia de Santa María

Monumento con restos de la antigua iglesia de Santa María, situada en las cercanías de las torres de la “Porta Ferrisa" o "de Valencia", a la orilla del río, construida en el siglo XIII sobre una de las mezquitas de la población.

De una sola nave larga sin claustros, su cabecera estaba orientada hacia el sur, una de las puertas laterales recaía a la plaza de Santa María y la otra estaba situada a los pies de la iglesia. En su interior había ocho capillas.

Este templo aparece reseñado en la Crónica de Jaume I, donde deja constancia del deseo de ser enterrado en este lugar, en caso de fallecer en Alzira.  

Tras el deterioro sufrido en la Guerra Civil, tuvo que ser derribada en 1957.