Covetes dels Moros

Fuera del centro histórico, situadas en el paredón rocoso recayente el Barranc de la Fos, se encuentran las Covetes dels Moros, unas angostas y estrechas cavidades, comunicadas entre sí, que servían como refugio y almacén de enseres a los pobladores del lugar.

Hay unas 53 cuevas excavadas artificialmente en la roca, dos de éstas con balsas artificiales. La existencia de tumbas visigóticas en la zona ha llevado a remontar su origen a esta época anterior. Sin embargo, los musulmanes, entre los siglos X y XI, fueron los que dotaron a este espacio de un uso funcional, siendo, sin embargo, improbable, su utilización como viviendas.

El acceso y el recorrido por las cuevas, que reviste una cierta dificultad, dan cuenta de lo complicado que es atribuirles un uso doméstico, bien por razones higiénicas (no hay sistemas de evacuación), como de seguridad (en caso de hacer fuego no había ningún tipo de salida de humos).

Conviene hacer gala de una cierta agilidad para afrontar la visita, ya que el desplazamiento entre las distintas cavidades se efectúa atravesando angostos agujeros que sirven de comunicación entre los espacios.