Ermita de San Bartolomé
En el monte de San Bartolomé, a poca distancia de la localidad de Campo de Mirra, se alza esta ermita construida en siglo XV. El templo aprovechó para su edificación una de las torres del castillo. Lamentablemente, los restos de la fortaleza de origen árabe que han llegado hasta nuestros días y que fueron testigo del tratado de Almizra, se reducen a basamentos de dependencias y murallas.
El castillo estuvo en uso hasta el siglo XIV. Apenas permanece en pie una torre de base cuadrada, disimulada con un tejado, a la que se le adosó la ermita de San Bartolomé, en el cerro del mismo nombre.
Esta torre data del siglo XIV, y para su construcción se utilizaron sillares, sillarejo basal y mampostería, materiales típicamente cristianos. En sus paredes sólo se observan dos ventanucos abiertos y cinco ventanas cegadas, cuatro de ellas en la parte superior, una a cada lado.
Desde su interior de esta parte alta semeja un palomar. Las vigas que sostienen el tejado son de madera. En uno de los muros exteriores de la ermita hay un mosaico cerámico que rememora la firma del acuerdo.