Ermitorio de l´Avellà
La originaria ermita de la Virgen de l’Avellà se levantó en el siglo XVI en el lugar donde según la tradición una anciana ciega y leprosa se curó de forma milagrosa. La actual edificación se erigió a principios del siglo XVIII, en sustitución de la anterior, con un arco de medio punto de acceso. El interior está decorado con frescos realizados por Pascual Mespletera en 1737, el mismo que decoró la Capilla de la Comunión de la Iglesia de Catí.
El templo está comunicado con la casa del ermitaño, del que se tienen noticias de su existencia desde el año 1586. Entre 1720 y 1740 se edificó el tercer piso de este anexo.
Dentro del santuario brota una fuente en la que está escrita la fecha de 1578, aunque las propiedades de sus aguas ya eran reconocidas en la época musulmana.
La fonda es originaria del siglo XVIII y la casa de Baños del siglo XIX, ésta última declarado de utilidad pública en 1928 por su agua minero medicinal.
El 8 de septiembre, día de la patrona, y el lunes de pascua los vecinos de Catí ascienden a la ermita en romería.