Murallas de Jérica
Además del recinto amurallado del castillo que encerraba la ermita de San Roque, Jérica dispuso de dos perímetros más de fortificación.
Un primero, llamado Recinto Medio, que disponía de varias entradas y torreones (algunos de éstos conservados como los portales de la Sala, del Reloj y de San Roque), reforzados en el siglo XIV para las guerras entre Pedro de Castilla y Pedro IV el Ceremonioso de Aragón
Un segundo, exterior, que discurría por la línea del antiguo camino real, actualmente calle del Rey Don Jaime (de la que se han conservado algunos tramos, adosados a edificaciones, y los portales de San Joaquín y Santa Ana y el arco del Hospital).
Algunos tramos de las murallas medievales fueron reparados y fortificados en el siglo XIX, durante la Primera Guerra Carlista.