Castillo de Forna

Castillo de origen islámico, construido entre finales del siglo XII y principios del XIII, ampliado y convertido en el siglo XV en residencia feudal. La fortificación es de planta cuadrada, con un patio central de armas en el que confluye la mayoría de las dependencias: las caballerizas, la cocina, el comedor, salones y el acceso a la planta superior donde están las estancias. Cuatro torres rectangulares protegen las esquinas, distinguiéndose la del flanco noroeste, de mayor tamaño que las otras, construida a finales del siglo XII.

El castillo, construido en tapial, conserva la puerta de acceso con un arco de medio punto. En una de las torres hay un conjunto de grafitos de época medieval-renacentista con escenas de barcos y guerreros armados. Los pavimentos, paredes, revestimientos y forjados del recinto son los originales de la época. El castillo de Forna es uno de los pocos de la provincia de Alicante que ha conservado intacta y completa la estructura de sus dependencias.