Convento de San Francisco
Su interior conserva una pintura al fresco del primer cuarto del siglo XV que representa la Danza de la Muerte.
El convento de San Francisco, fundado en 1272, es el primero que se instala en la ciudad una vez conquistada por los cristianos. En 1293, se había ya construido el claustro, mientras que la iglesia prolongó su obra a lo largo del siglo XIV.
El conjunto fue costeado por el Consell y por donaciones de las familias más importantes de la ciudad que obtuvieron, a cambio, espacios en el templo para sus sepulturas. Del antiguo convento de los franciscanos restan tres espacios de considerable interés.
El claustro gótico primario, bastante destruido, donde permanecen algunos capiteles y arcos. La sala capitular, de planta cuadrada, con arcos ojivales primitivos y bóveda de crucería, conserva una pintura al fresco del primer cuarto del siglo XV que representa la Danza de la Muerte.
La iglesia, de una sola nave, con ventanales y rosetones góticos en el altar mayor, fue alterada en el siglo XVIII según los cánones neoclásicos y repristinada recientemente.
El convento permanece cerrado por trabajos arqueológicos.