Castillo de Ambra

Castillo de Ambra
Castillo de Ambra
Castillo de AmbraCastillo de AmbraCastillo de AmbraCastillo de AmbraCastillo de AmbraCastillo de AmbraCastillo de AmbraCastillo de Ambra

No tuvo relevancia en los procesos de rendición de la zona a Jaume I, pero participó activamente en las revueltas de Al-Azraq.

Acceso a pieBuen acceso en coche: Vía asfaltadaVista panorámicaPaisaje

Las ruinas del antiguo castillo de Pego se elevan a 264 metros sobre el nivel del mar, en una colina próxima a la población, en la carretera que lleva hacia el valle de Ebo. El castillo de Ambra, cuyo nombre proviene de la montaña sobre la que se asienta, cumplía con la función de vigilar el paso por el valle de Ebo, además de servir de refugio de la población de los alrededores. Las últimas investigaciones han datado la construcción del castillo a principios del siglo XIII, fruto del miedo de los musulmanes ante un posible avance de la conquista cristiana.

Aunque este castillo no tuvo relevancia en los procesos de rendición de la población musulmana del sur de Valencia a Jaume I, sí que participó activamente en las revueltas protagonizadas por Al Azraq, caudillo moro cuyos dominios se extendían por esa zona. Una vez sofocadas las revueltas, el castillo de Ambra pasó a depender de los cristianos.

Sin embargo, los intentos de repoblación del llano, y en concreto la fundación de la villa de Pego en 1279, asentada en la antigua alquería de Uxola, acabó por diluir el carácter militar y civil de la fortaleza.

Tras la segunda carta de población de 1286 y la construcción del recinto amurallado para proteger la villa, el castillo quedó pronto abandonado.

Su construcción se adaptaba a la abrupta orografía de la montaña aprovechando la inaccesibilidad del lado norte y orientado los accesos y sistemas defensivos hacia el lado sur. Las murallas se construyeron en cremallera para salvar los desniveles del terreno, con una muralla anterior que las protegía, construida en tapial y de menor altura.

Protegido con sólidos torreones cúbicos en las esquinas, y a pesar de su estado ruinoso, se conservan dentro del recinto los restos de un aljibe y de estancias pegadas a los muros, que aprovechaban la estructura de la roca. El castillo tiene ciertas similitudes con el castillo de Dénia, construido en el siglo anterior.

Esta web utiliza cookies, puede ver nuestra política de cookies, aquí. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso.
Política de cookies