Barrios históricos de Chelva
Chelva es una de esas poblaciones que hay que pasearlas para descubrir su encanto y la huella musulmana que ha quedado impregnada en sus casas, sus calles y su trazado urbano. El barrio árabe de Benacacira, el barrio judío del Azoque y la morería del Arrabal son los centros neurálgicos de este recorrido histórico.
Benacacira, primitivo núcleo urbano de la población, se asienta sobre un peñasco presidido por el Palacio Vizcondal, edificio que aprovechó una parte de la estructura del antiguo castillo musulmán y del que han quedado algunos restos de la torre y la muralla que rodeaba la población. El palacio estaba separado del barrio por una muralla, de la que se conserva la puerta de San Cristóbal. La ermita de la Soledad, que ocupa el centro de una pequeña placeta al lado del antiguo hospital, hoy desaparecido, fue construida en el lugar donde estuvieron la mezquita y después, en el siglo XIV, la ermita de San Jorge,.
El barrio morisco del Arrabal ocupa una amplia extensión y allí se encuentra el edificio religioso más antiguo de Chelva, la iglesia de Santa Cruz, que aprovechó la estructura de la vieja mezquita del siglo XIV, único caso existente en la Comunidad Valenciana, junto a la de la Xara, en Simat de la Valldigna. La ermita de los Desamparados, de época posterior, fue levantada sobre los cimientos de las casas del moro que asesinó al Vizconde de Chelva. En la plaza del Arrabal encontramos el edificio del antiguo Ayuntamiento, construcción de origen medieval posteriormente reformada, con cuatro arcos en su planta baja. Uno de los arcos del antiguo Ayuntamiento nos introduce en el barrio judío del Azoque con sus callejones y portales.