Ermita de San Marcos
Recinto de peregrinación ubicado sobre los restos de una antigua ermita del siglo XV.
Se trata de una de las ermitas-exclusa que dan acceso a la comarca. El conjunto de edificios formados por la iglesia, la vivienda del ermitaño, la hospedería y los cobertizos configuran un espacio cerrado triangular, que es atravesado por el antiguo camino que, proveniente de la provincia de Teruel se dirigía a Morella. Los edificios se abren hacia la plaza interior, estando cerrados los alzados que dan al exterior, potenciando así su carácter defensivo.
La plaza tiene un pavimento de morrillo que define una serie de franjas longitudinales, y que se continuó hasta los cobertizos. Delante de la Iglesia hay un enlosado. Estas están realizadas con arcos de sillería algunas, y otras de mampostería sobre las que descansan los cabirones de la cubierta a un agua. La iglesia es del siglo XVIII, con un destacado volumen que se observa de puntos muy alejados. Su planta es de cruz griega, disponiéndose una crujía posterior donde se encuentra el altar y la sacristía. En el crucero sobre pechinas, se levanta un atrevido tambor, circular en el interior y octogonal de ladrillo en el exterior, sobre él descansa una cúpula tabicada semiesférica.
Los "brazos" de la cruz griega se cubren con bóveda tabicada que apoya en los arcos del crucero, y otras posteriores situadas a la misma cota. Los cuatro espacios restantes en las esquinas, se cubren con cúpulas rebajadas, semiesféricas junto a la entrada y elípticas junto al altar; estás descansan sobre muros que apoyan en arcos. Estás descansan sobre pilastras. Sobre la puerta de acceso hay un pequeño coro. Los muros de la iglesia son de mampostería de gran calidad, con las esquinas de sillería.
La fachada principal, con su cuerpo central de sillería, tiene una composición mixtilínea, en el que en su eje principal aparece la puerta de acceso y una espadaña de remate. La composición de este alzado, así como el tambor y cúpula, recuerda a la iglesia parroquial de Cinctorres. La antigua vivienda del ermitaño ocupa, en parte, los restos de la primitiva ermita del siglo XV o XVI, que existía en este lugar, y está conectada con la iglesia.
La capilla original debía ser rectangular, con orientación oeste-este, y con acceso lateral por el sur. Sólo se conserva la última crujía, que está cubierta con una bóveda herrada de sillería decorada. Ésta crujía ha sido partida recientemente con un forjado intermedio de hormigón. Por último el antiguo edificio de la hospedería, hoy se usa como vivienda. Es un edificio rectangular muy alargado, de dos crujías. Tiene dos plantas y cubierta a dos aguas, con la cumbrera en el muro intermedio y los cabirones de madera apoyando en este y en las fachadas.
El alero lo forman los propios cabirones que vuelan. Los muros son en primera planta de mampostería y en la planta superior de tapial. Destaca la existencia de un pequeño porche en planta baja, resuelto por la sustitución del muro de fachada por dos arcos de sillería de medio punto, que descansan en un pilar central de sillares redondos. El acceso al edificio se hace por una puerta con dintel de un gran sillar, que descansa sobre pequeñas ménsulas de piedra.
La ermita de San Marcos está situada en el límite del término en el acceso desde La Mata y Mirambel.