Basílica del Lledó
Centro de peregrinaciones desde la Edad Media y lugar donde se venera la imagen de la patrona de la ciudad de Castellón.
Avenida Virgen del Lledó, s/n.
12003 - Castelló de la Plana☎ 964.220.482
La devoción por la Virgen del Lledó, patrona de Castellón, se remonta a la época medieval. En el siglo XIV, en 1366, un labrador, Perot de Granyana, estaba arando el campo y se topó con una gran piedra que le impedía continuar. Para su sorpresa, debajo de este obstáculo encontró una imagen de la Virgen María, de origen remoto, esculpida en alabastro.
Viendo que se hacía de noche, decidió llevar la figura a su casa para protegerla. Al día siguiente convocó a las autoridades locales para enseñarles la imagen y, para sopresa de todos, había desaparecido. Cuando el labrador regresó al huerto, la encontró en el mismo lugar donde había sido hallada por primera vez.
Rápidamente llamó otra vez a los regidores y los clérigos de la villa, a los que narro este hecho. Decididos a resolver el misterio se acercaron al lugar y vieron la imagen rodeada de ángeles.
Tras comprobar este fenómeno milagroso, decidieron construirle una ermita a esta Virgen, que bautizaron del Lledó, por la presencia del “llidoner” plantado en el campo donde había sido descubierta.
La existencia de la iglesia de Santa María del Lledó, donde se venera la imagen, está documentada desde 1375, convertida durante la Edad Media, en centro de romerías y peregrinaciones.
El antiguo templo era de una sola nave, con portada de piedra, arcos góticos y cubierta de madera a dos aguas. En 1559 se funda la primera Cofradía del Lledó, y se llevan a cabo sucesivas reformas del edificio. La actual portada, con arco de medio punto, es de 1572.
La pequeña imagen de la Virgen pasó a exponerse desde 1638 en el interior de una hornacina y en el siglo XVIII se construye una casa junto al templo. En 1724 se coloca la primera piedra de la basílica actual, que es inaugurada en 1768.
En 1901 se inauguraría, con una fiesta de plantación de árboles. el nuevo “Camino Paseo” entre la Ciudad y el Santuario. Los dos kilómetros de trayecto fueron poblados por doble fila de acacias, que se plantaron de forma simultánea al son de la música y al toque de las campañas del mediodía.
La fiesta del Lledó, celebrada antiguamente el domingo infraoctava de la Asunción de la Virgen, pasó a conmemorarse, desde 1703, el primer domingo de septiembre. Desde 1912 se celebra el primer domingo de mayo.
Primavera y verano, de 8:30 a 20 h.
Otoño e invierno, de 8:30 a 19 h.
Visitas al Camarín y acceso a la imagen de la Virgen todos los domingos desde las 12 a las 13:30 h.
Durante este tiempo se bendicen madres gestantes, se presentan niños a la Virgen y se bendicen imágenes y objetos.