Ares del Maestrat - Ruta de Vilafranca -

Vista general

Conquistada temporalmente en 1170 por Alfonso II, será territorio cristiano de forma definitiva con la llegada de Jaume I en 1232.

La historia de Ares del Maestrat va unida a la gran mola sobre la que se asienta la población. El primer castillo, edificado por los romanos, que llamaron "Arraes" al enclave, fue derribado y reconstruido por los musulmanes. Conquistada temporalmente en 1170 por Alfonso II, no sería territorio cristiano definitivamente hasta la llegada de Jaume I en 1232, que la cedió al noble aragonés Don Ladrón y que otorgaría carta puebla en 1243.

Tras pasar por varios señores y regresar la propiedad a la corona, acabaría en manos de la Orden de Temple. Cuando los bienes de los templarios fueron transferidos, la Orden de Montesa se hizo con el castillo y constituyó la Bailía de Ares.

Durante la Guerra de Sucesión Ares tomó partido a favor del archiduque Carlos. Tal fue la resistencia del castillo frente a las tropas de Felipe V que acabaron quemando la población ante la imposibilidad de conquistar la fortaleza. El general Cabrera, durante las guerras carlistas, la convirtió en cuartel general y refortificó su castillo en 1838.

La crónica de Jaume I

“Acabábamos de comer y era casi hora de vísperas, cuando nos llegó aviso de que los peones de Teruel y de la frontera se habían apoderado de Ares ; y habiéndonos el mensajero pedido albricias por la buena nueva que nos traía, hubimos de prometérselas. Estaban allí con Nos dicho don Pero Ferrández y don Atorella ; mas como el primero era poco conocedor de aquella frontera, tomó la palabra el segundo, y nos dijo: -Señor, grande ventaja habéis alcanzado; pues mucho vale lo que acabáis de ganar, y buen principio es éste para la conquista del reino de Valencia. -i Así lo quiera Dios! le contestamos. -No os entretengáis, señor, añadió: Ares es muy buen lugar y muy fuerte, y podréis conservarlo a despecho de cuantos sarracenos hay en el mundo; cabalgad en seguida, no os demoréis ; yo se lo que vale aquel lugar, y cuando allá lleguéis , veréis vos si es la pura verdad cuanto ahora os digo".
(Crónica, cap. 132)

“Permanecimos allí todo aquel día (en Morella), y a la mañana siguiente partimos para Ares , y nos posesionamos de dicho lugar, dando a los peones que se habían apoderado de él tales recompensas, que quedaron muy satisfechos de Nos”.
(Crónica, cap. 137)