La devoción por la Virgen María
Miniatura del siglo XV. Jaume I ofrece la iglesia valenciana a la Virgen del Puig.
Su figura emerge de forma notable en la Iglesia durante el siglo XIII.
Jesucristo y la cruz ocupan un incuestionable lugar en el culto cristiano de la Edad Media, potenciado desde el siglo XII con la reivindicación de su humanidad.
El siglo XIII está, en cambio, dominado por la figura emergente de la Virgen María, reivindicada por reyes, que genera una especial atracción en Jaume I, a la que convierte en testigo y protectora de sus decisiones más trascendentes.
En su nombre serán erigidos numerosos lugares de culto en las tierras reconquistadas. Los dominicos implantan el uso del rosario durante el siglo XIV y se populariza el rezo de la Salve en ese mismo periodo, convirtiendo a la madre de Jesús en una figura clave para la Iglesia Católica en los siglos posteriores.