El Tribunal de las Aguas
El Tribunal de las Aguas, instituido como privilegio por Jaume I en 1239, establecía como donación a los nuevos pobladores todo el sistema de regadío creado por los árabes. Este órgano de justicia, que se reunía en las afueras de la catedral, donde antes estaba la mezquita, regulaba el uso del regadío y atendía las reclamaciones de los regantes. Tras las deliberaciones, el tribunal no imponía las penas sino que eran establecidas por el síndico de cada acequia.