La palmera y el dátil
La nutrida presencia de palmeras datileras en la ciudad y su configuración como inmenso huerto fue introducido por los árabes, que organizaron alrededor de la nueva ciudad este oasis.
La palmera, además de crear un microclima particular, proporcionaba alimento para animales y personas, y sus hojas y su madera ofrecían múltiples usos. El dátil era, además, un fruto muy preciado por los musulmanes, cuyas referencias son constantes en el Corán.