Guillem de Montcada

Sepulcro primitivo de los Montcada (Monasterio de Santes Creus)
Sepulcro primitivo de los Montcada (Monasterio de Santes Creus)
Sepulcro primitivo de los Montcada (Monasterio de Santes Creus)Guillem de Montcada

Héroe de la batalla de Santa Ponça, en la que pierde la vida.

La familia Montcada fue probablemente la saga nobiliaria más influyentes en la Cataluña de fínales del siglo XII y primer tercio del XIII. Durante este tiempo sus miembros están cerca de los monarcas en las grandes decisiones políticas, financieras y administrativas. Los Montcada ya habían contribuido a la unión entre catalanes y aragoneses en las capitulaciones matrimoniales entre el conde Barcelona, Ramon Berenguer IV y Petronila de Aragón, entre 1136 y 1137.

Guillem de Montcada, el héroe fallecido en la Conquista de Mallorca, es una figura influyente durante los reinados de Pedro II de Aragón y de su hijo Jaume I.

Nacido hacia el año 1185, participa plenamente en la defensa de los intereses de Pedro II, cuyo primer contacto tiene lugar en Montpellier, en 1202.

En 1209 es introducido en la corte, participando en las alianzas de Pedro II con el conde de Urgell y en la política del reino.

En la batalla de Muret, en 1213, en la que fallece Pedro II, Guillem Ramon llega tarde para auxiliar al monarca, que precipitó el ataque sin esperar los refuerzos, como relata el Conquistador en su Crónica.

Tras la muerte del rey se entabla una lucha entre los partidarios de establecer alianzas con Simón de Monfort, que retiene en su castillo de Carcasona al joven Jaume, heredero de la Corona de Aragón, y los partidarios de que Jaume sea liberado y regrese al reino. En 1214, la intervención del papa Inocencio III consigue la liberación del heredero y el regreso a los territorios que deberá gobernar.

El padre de Guillem, Guillem Ramon, que ha estado ausente de los asuntos políticos durante mucho tiempo, regresa a las tierras catalanas en 1214 para hacerse cargo del vizcondado de Bearn, que acaba de heredar. Padre e hijo harán frente común en los destinos del reino.  

Guillem de Montcada firma en Monzón, junto a otros nobles, en septiembre de 1216, el compromiso de proteger, defender y custodiar al joven monarca.

En 1219 es nombrado procurador en Cataluña, aumentando su influencia en este territorio por las ausencias continuadas del monarca e interviene en la decisión de casar a Jaume con Leonor de Castilla.

En 1222 estalla un  conflicto entre los Montcada y la familia Sanç, que lo enfrenta a Jaume I. Guillem tiene que abandonar Cataluña y no es hasta 1224 que se produce la reconciliación.

Una frágil concordia, ya que Guillem se une al grupo de nobles que trata de limitar la autoridad real, con los Jaume I firma una rendición en 1227, momento en el que Guillem de Montcada vuelve a poner al frente de los intereses de la Corona.

Junto a su primo Ramon, señor de Tortosa, participa en las cortes de Barcelona de 1228, en la que se aprueba la conquista de Mallorca, ofreciendo 400 caballeros, cifra que se redujo a 100, por la dificultad del monarca de llegar a este número.

En 1229 fallece, junto a su primo en la batalla de Santa Ponça. Su viuda, Garsenda, y su hijo, Gastó, son beneficiados en reparto de la isla tras la conquista, propiedades que fueron finalmente adquiridas por Jaume II en 1310.

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