Berenguer de Palou, obispo de Barcelona

Berenguer de Palou, obispo de Barcelona,es una figura clave en la vida de Jaume I. Acompaña al monarca desde la minoría de edad y forma parte de las expediciones que conquistan Mallorca y Valencia. Aparece citado en numerosas ocasiones en la Crónica de Jaume I.

Su tío, trovador que llegó a obispo de la capital condal entre 1200 y 1206, lo introdujo con éxito en los círculos eclesiásticos, ya que en 1212 consigue el báculo del obispado de Barcelona.

Desde ese instante gozará de una cercanía a la Corona que lo llevará a participar, en 1212, junto al padre de Jaume I, Pedro II el Católico, en la famosa batalla de las Navas de Tolosa. Por entonces, despliega sus habilidades diplomáticas en Roma, tratando de cerrar un nuevo matrimonio para su rey, deseoso de desvincularse de su actual esposa, María de Montpellier, con la que no mantiene prácticamente relación. La protección que recibe María del papa Inocencio III impide este deseo.

Berenguer de Palou trata de evitar la cruzada contra los albigenses que acaba con la muerte del padre de Jaume I en la batalla de Muret, en 1213.     

Durante la procuraduría de Nunó Sanç, en 1218 es nombrado canciller de Cataluña, con Guillem de Montcada como consejero (personaje que volverá a encontrar en la campaña de Mallorca) y al año siguiente trae personalmente, desde Roma, la bula del papa Honorio III por la que pone bajo su protección el reino de Aragón y su rey. Así mismo, participará  en la elección de la primera esposa de Jaume I, Leonor de Castilla.

De carácter guerrero, participa en la Quinta Cruzada en 1219 y en el frustrado asedio a Peñíscola de 1225. Su figura toma relevancia en la campaña para la conquista de Mallorca. Es uno de los cinco elegidos para capitanear el ejército y repartir las tierras ocupadas. Su intervención directa en el campo de batalla hizo que fuese herido y mutilado de un pie.

Tras la conquista de la isla fue uno de los cinco grandes beneficiados, obteniendo los territorios donde después se edificarán las poblaciones de Andratx, Estellençs, Puigpunyent y Calvià, además de las tierras de Marratxí, en el centro de la isla, y del barrio ciudadano marinero de Santa Creu.

Participó activamente en la conquista de Valencia, recibiendo a cambio algunas propiedades y la señoría de Almonesir.

En 1218 tuvo un papel decisivo en la fundación de la Orden de la Merced. Permitió el establecimiento de los dominicos en Barcelona en 1219 y el de los franciscanos en 1232. En 1237 favoreció la fundación del Monasterio de Santa Clara en Barcelona. En 1233 vio frustrada su elección como arzobispo de Tarragona, revocada por Gregorio IX.

Falleció en Barcelona, en 1241, a una edad indeterminada, y está enterrado en su catedral, en la capilla de San Miguel, que él mismo hizo construir.