Museo del Vino de Requena

La distribución de las dependencias del Museo del Vino de Requena marcan el recorrido del visitante siguiendo las fases de elaboración y producción del vino: La vista de los trullos y el acceso a la cueva-bodega inician el recorrido de los caldos. El trasiego se complementa con la exposición de antiguas prensas ubicadas en el jaraiz.

Utensilios de elaboración, almacenaje o transporte se presentan en la cuadra y otras salas de la planta baja, acompañados de un montaje audiovisual que, combinado con una maqueta, muestra el interior de una bodega comarcal de principios del siglo XX.

En las plantas superiores, en esta primera fase de intervención museográfica, se ha destinado un espacio para la descripción de la singularidad geográfica de la comarca y la evolución de la actividad enológica de sus pobladores. Representaciones fotográficas de los paisajes se combinan con representaciones virtuales sobre el territorio y su gente. Es una invitación al visitante para participar en el conocimiento de esta comarca y su producción vitivinícola.

El museo está situado en el llamado palacio del Cid que, según cuenta la leyenda, se edificó en el siglo XV sobre el solar de lo que fuera residencia del Cid en Requena. Dicen los antiguos romances que aquí tuvo lugar el encuentro de Rodrigo Díaz de Vivar con el rey Alfonso VI para concertar las bodas de sus hijas con los Infantes de Carrión. Leyenda o no, lo cierto es que el Cid estuvo en Requena en el año 1089, como recogen las crónicas de la época.

Desde restos arqueológicos hasta utensilios industriales, pasando por los documentos más destacados de la configuración moderna de la Villa de Requena, el museo del vino permite al visitante adentrarse en la memoria que el vino ha dejado en Requena y su comarca.