Iglesia del Salvador
Uno de los templos más antiguos de la diócesis valenciana, construido en el siglo XIII tras la repoblación de Sagunto.
C/ Valencia, 9
46500 - Sagunto☎ 962.650.163
Situada en el barrio del mismo nombre, es una de las parroquias más antiguas de la diócesis valenciana. Fue construida en el siglo XIII una vez iniciada la repoblación de Sagunto tras la conquista cristiana por parte de Jaume I. Recientes excavaciones han identificado el lugar como el de la posible ubicación de la vieja iglesia dedicada a San Juan Bautista y mandada construir por el Cid en junio de 1098.
Durante la dominación árabe, este arrabal tenía asiento en la falda oriental del castillo y estaba circundado por un antiguo muro que lo protegía. Tras la conquista, el suburbio se fue transformando, coincidiendo con la construcción del templo, que acabó dándole nombre al barrio.
Hasta el siglo XIV, el barrio del Salvador, se denominó Raval de Baix, y comprendía la zona de extramuros situada en las inmediaciones de la antigua Porta Ferrisa, la salida al este de la ciudad.
Este barrio, según el historiador saguntino Antonio Chabret, ya está presente en el primer privilegio que Jaume I concede en 1248 a Murviedro (antigua denominación de Sagunto), dirigido a “todos los habitantes de su castillo, villa, arrabal y término”.
En ese momento, como consecuencia de una revuelta de la población musulmana, una buena parte de ésta es expulsada de la población y Sagunto es declarada villa real, regida por los fueros de Valencia.
En 1258, el mismo rey confirma la posesión de sus casas a dichos habitantes y les hace francos para vender pan y vino y tener posadas. Esta zona estaba situada en la confluencia de caminos de Valencia hacia Cataluña y a Teruel, por lo que sus habitantes gozaban de una estratégica posición para vender comestibles y ofrecer hospedaje, quedando ubicado con el tiempo, en ese lugar, el burdel de la ciudad.
La iglesia del Salvador fue usada por los saguntinos como lugar de defensa en la guerra que sostuvieron Pedro IV el Ceremonioso y Pedro I de Castilla, el Cruel, durante el asedio de 1354.
Su modelo de construcción responde al de las llamadas iglesias de reconquista, con similitudes con las de Xátiva (ermita de Sant Feliu), LLíria (iglesia de la Sangre) y Segorbe (iglesia de San Pedro).
El templo consta de una sola nave de corta longitud y gran anchura, cubierta con un bello artesonado. El original, policromado, del siglo XV, de inspiración mudéjar, fue vendido a principios del siglo XX. El ábside es de planta poligonal de cinco lados y la nave tiene varias capillas laterales.
El portal de acceso es románico y la torre, de planta rectangular, está iluminada por tres ventanales alargados con arco de medio punto.
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