Alfonso de Aragón, primogénito de Jaume I
Fruto del matrimonio entre Jaume I y Leonor de Castilla, tuvo que compartir la herencia de su padre con los hijos de Violante de Hungría.
Alfonso de Aragón fue el hijo primogénito de Jaume I y su primera mujer, Leonor de Castilla. A pesar de haber sido anulado el matrimonio por razones de parentesco, fue reconocido como primogénito y heredero del monarca, el 9 de abril de 1229. Al final, la herencia quedó reducida al reino de Aragón, donde fue jurado en 1243, al repartir Jaume I el resto de sus dominios entre los hijos de su segunda esposa, Violante de Hungría.
Este hecho suscitó grandes diferencias entre Alfonso y su padre. Su tío Fernando, abad de Montearagón le apoyó, mientras que Guillem y Pere de Montcada y Bernat Guillem, y otros nobles, estaban en su contra, aconsejando al rey que lo desheredara.
Para resolver estas disensiones se reunieron las Cortes de Alcañiz, en 1250, nombrándose un jurado que decidió la sucesión de don Alfonso en los reinos de Aragón y Valencia. El rey, ante el temor de que su primogénito se uniera a Alfonso X de Castilla le nombró procurador general en Aragón y Valencia, siendo el primero de este reino.
Jaume I, sin embargo, infringió los pactos y en 1251, el infante Jaume fue reconocido heredero en Valencia, Mallorca y Montpellier. Ello estuvo a punto de provocar la ruptura definitiva. En 1253 se llegó a la solución definitiva. Alfonso fue designado gobernador general de Aragón y heredero de Valencia.
Casó con Constanza de Moncada, que aportó como dote el vizcondado de Beam, y murió sin sucesión en 1260, provocando un nuevo reparto de herencia.
Sobre el lugar donde reposan sus restos mortales hay una cierta disensión. En la capilla de San Jaime, de la catedral de Valencia, se conserva el sepulcro donde supuestamente se encuentran los restos del infante y los de su esposa, mientras que en el monasterio de Veruela se conserva la lápida que cubrió los restos del infante hasta su traslado al panteón de Villaviciosa en 1633.